Los celulares del mercado negro cuestan a la industria de telefonía móvil miles de millones de dólares por año. Según informes de Gartner (02/2011), los teléfonos falsos vendidos en el mercado negro representaron aprox. el 10% de las ventas mundiales en 2010.
Violación de Copyright
Los fabricantes de teléfonos genuinos trabajan mucho para desarrollar marcas muy reconocidas y confiables. La violación de los derechos de propiedad intelectual por fabricantes de teléfonos falsificados es ilegal y puede dañar la imagen y el valor de una marca.
Mantenimiento de teléfonos falsos
Muchos consumidores desconocen que han comprado un teléfono falso e, inevitablemente, experimentan defectos de funcionamiento en el producto. Creyendo que es un teléfono genuino, los consumidores suelen enviar los teléfonos a los fabricantes originales para reparación.
Calidad de la red
La mala calidad de los componentes hace que el aparato sea menos eficiente que los dispositivos originales, y menos capaz de mantener llamadas de larga duración. Como resultado, las operadoras pierden ingresos porque se reduce el servicio al usuario, y los usuarios perciben que la calidad de la red es peor, debido a la menor calidad de servicio.
Antes de pasar a la venta, todos los modelos de teléfonos y baterías genuinas son probados para garantizar que sean seguros para los usuarios, y son sometidos a pruebas para verificar que cumplan las normas nacionales e internacionales de exposición a emisiones de radiofrecuencia. Por el contrario, los aparatos, las baterías y los cargadores falsos y de inferior calidad no son sometidos a tales pruebas exhaustivas y por ello su calidad no puede ser verificada ni garantizada.
Sustancias peligrosas
Los teléfonos, las baterías y los cargadores falsos se producen con componentes baratos y de mala calidad, que pueden contener sustancias químicas peligrosas para el medio ambiente y para la seguridad del usuario.
Interrupción de la red
Muchas veces los teléfonos no originales suelen usar antenas inferiores y como consecuencia no tienen una buena recepción de llamadas. Las pruebas realizadas demuestran que los teléfonos falsos experimentan altos niveles de llamadas interrumpidas y fallas de conexión. Además, como tienen antenas baratas, estos aparatos no son utilizables en muchas áreas donde está demostrado que un teléfono original sí puede realizar la conexión.
Como los falsificadores no pagan impuestos, muchos países pierden un gran volumen de ingresos, en impuestos a las ventas e impuestos a las ganancias, además de otros aranceles y cargos gubernamentales. La seguridad de la propiedad intelectual también es un factor importante que las empresas que consideran invertir en un determinado país tienen en cuenta. Las empresas son comprensiblemente cautelosas a la hora de invertir en países donde se percibe que la propiedad intelectual es vulnerable. Las empresas que fabrican teléfonos falsos y de inferior calidad deliberadamente tratan de ocultarse. Por ese motivo, es probable que no estén debidamente registradas ante las autoridades de salud y del medio ambiente, y que sus subproductos y residuos no sean tratados de la forma correcta. En productos eléctricos y electrónicos falsos suelen encontrarse sustancias peligrosas, como plomo y mercurio, lo cual significa que las fábricas que producen estos dispositivos manejan sustancias muy tóxicas y probablemente expongan a sus empleados, vecinos y el medio ambiente local a serios riesgos.